Arquitectos del distrito presentaron un ambicioso proyecto para salvar del olvido y el abandono a la zona ribereña a partir de la creación de un parque turístico ambiental. La iniciativa combina la generación de espacios para el esparcimiento y el uso público con emprendimientos inmobiliarios.

Por FLORENCIA ALVAREZ
falvarez@dia32.com.ar

No es ninguna novedad que los bellísimos recursos naturales de los que dispone el partido de Escobar están totalmente dejados de lado y desaprovechados. La implementación de políticas para poner en marcha proyectos que incentiven al miniturismo, o incluso pensados para que los vecinos cuenten con espacios de esparcimiento y recreación, es algo que históricamente se postergó para otro momento, y nunca se hizo. Así, la ribera del Paraná se encuentra en estado deplorable, cada vez más sucia, abandonada y con un acceso en paupérrimas condiciones. Lo mismo pasa con el río Luján, que a pesar de contar con bellísimos paisajes y una flora y fauna únicos -un recurso que muchos distritos bonaerenses quisieran tener-, es casi inaccesible por tierra, salvo en contados sectores donde los fines de semana suele juntarse tanta gente que no queda espacio ni para tirar una caña de pescar.

Si bien es una iniciativa que tendría que salir de quienes gobiernan, desde otros sectores de la sociedad tampoco se ha hecho demasiado para impulsar el tema. Por eso cobra especial relevancia la iniciativa que en relación al desarrollo del Luján acaban de presentar los arquitectos Adrián Lobato y Víctor Berisso, otrora integrantes del hoy desactivado espacio El Escobar que Queremos, donde desde 2006 diferentes organizaciones locales empezaron a converger con la intención de impulsar propuestas para un distrito ordenado, integrado y sustentable.

En un encuentro que tuvo lugar en noviembre en la Cámara de Comercio, los profesionales hicieron el lanzamiento de este plan, denominado Parque Lineal Turístico Ambiental, que plantea una nueva escenografía para las desaprovechadas riberas del río Luján, desde Loma Verde hasta la frontera entre Maschwitz y Dique Luján.

Junto al ingeniero agrónomo Luis Paupy, los arquitectos realizaron una exhaustiva recorrida en pontón por el río para familiarizarse con la zona y registrar en fotos lugares puntuales. De esta manera, decidieron localizar su plan sobre la ribera del Luján, porque es la que mejor se adapta a la idea.

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Minuciosamente pensado

El ambicioso plan, que promete ser de lo más amigable con el medio ambiente, consiste en la creación de cinco “estaciones” que actuarían como receptores e impulsores de actividades recreativas, educativas y también como transformadores de áreas de potencial desarrollo. Estarían ubicadas en sitios claves y emblemáticos del curso de agua: Loma Verde, el Aeroclub, el CUBE, el puente Gobernador Mercante y Dique Luján.

La idea es que las cinco estaciones estén unidas por un camino de circunvalación por el cual se podrá transitar en vehículos y senderos naturales, bicisendas, parques y lugares de esparcimiento a los que el público pueda acceder libremente caminando o en bicicleta. También contaría con “cabinas” para que la gente pueda pernoctar a orillas del río, y de esa manera obtener un ingreso que se utilizará para mantener el parque.

Además, se delimitarían zonas para emprendimientos privados de oficinas construidas en altura con un máximo de cuatro pisos, viviendas bajas, sectores comerciales y hasta una universidad, la del Transporte, cuya construcción se planea en Loma Verde.

“Estas propuestas buscan abrir un debate a nivel local sobre el destino y aprovechamiento de esta importante área natural que forma parte del patrimonio cultural y ambiental de los habitantes de Escobar. Consideramos necesario la creación por parte del Municipio de espacios participativos y la utilización de herramientas transformadoras en la gestión de la planificación territorial para generar un debate amplio sobre el área de islas y Luján”, explicaron a DIA 32 los autores del proyecto.

Para la concreción del Parque Lineal Turístico Ambiental, sus mentores proponen la utilización pública de la costa del Río Lujan considerando el artículo 17 de la ordenanza 4.729/09, que establece un área de amortiguamiento de 300 metros, a partir de la línea de ribera, que restringe el uso de esa franja con fines de protección ambiental.

“Esto sería posible a través de la cesión a la Municipalidad, por parte de los frentistas, de la franja ribereña con la restricción mencionada, y en contraprestación se los compensaría con un aumento de los indicadores urbanísticos en una franja equivalente, sobre sus frentes a la avenida de circunvalación propuesta”, apuntan Lobato y Berisso en la memoria descriptiva del plan.

Para tranquilizar a los ambientalistas, en el proyecto se aclara puntualmente que las intervenciones se realizarían en áreas inundables con construcciones elevadas que se adapten a las crecidas del río, pasarelas para los senderos peatonales y manteniendo la estructura topográfica actual con sus áreas inundables naturales, sin anular la función principal de los humedales de contener y absorber las aguas. A su vez, la totalidad de la costa mantendría su fisonomía actual, con juncales y totorales.

Según Lobato, lo que se necesita para concretar el plan es “voluntad política e interés de inversión por parte de privados, algo que se consigue si existiera la firme decisión de llevar adelante obras de mejora en la ribera”.

En cuanto a la viabilidad de desarrollar un proyecto de estas características, el arquitecto aclara: “Esto es un puntapié inicial, una forma de empezar a hablar del tema, y lo estamos presentando en cada lugar que tenemos oportunidad en busca de sumar ideas. Lo importante es que se haga, ya sea este plan con aportes externos o cualquier otro”.

La idea está puesta sobre la mesa. Seguramente todos los escobarenses estarían orgullosos de que exista un lugar así y no tener que seguir yendo a los distritos vecinos para poder disfrutar del río y su maravilloso entorno. ¿Será posible o solo una quimera, un nuevo sueño frustrado más?

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MARCELO VIEYTES

“Que el Municipio acompañe”

Entre los asistentes a la presentación del Parque Lineal Turístico Ambiental estuvo Marcelo Vieytes, dueño de la inmobiliaria que comercializa el barrio El Cazal bajo la barranca de El Cazador. En su opinión y a modo de balance, señaló que lo más importante es el llamado a debatir y ponerse de acuerdo sobre un tema que aún no está cerrado para los vecinos de Escobar: qué hacer con los humedales.

“Por supuesto hay cosas con las que no estoy de acuerdo y otras con las que sí, pero lo importante en este momento es lograr que el Municipio acompañe esta iniciativa para definir de qué forma se deben tratar los humedales, para que puedan formar parte de la vida de los vecinos, tanto para que se desarrollen actividades recreativas como comerciales”, expresó a DIA 32.

MIGUEL JOBE

“Ojalá se pueda llevar a cabo”

Otro de los presentes en la presentación de los arquitectos Berisso y Lobato fue el concejal del frente vecinal Escobar por Todos, Miguel Jobe, quien dice apoyar el proyecto sin demasiados peros.

“Es interesante porque esto combina las dos vertientes: las que dicen que no se puede hacer nada porque hay que preservar al medio ambiente y los que dicen que hay que hacer una nueva Miami en la ribera del río Luján. Acá se contemplan los emprendimientos inmobiliarios así como los lugares de uso público. Ojalá se pueda llevar a cabo porque revalorizaría toda la costa del Luján. Para esto es necesario voluntad política, pero también que el privado entienda que no todo tiene que ser comercial”, señaló en declaraciones a DIA 32.

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