Dos amigos pasaban una noche de juerga con una prostituta. Pero uno de ellos enloqueció y quiso asesinarla. Cercado por la policía, decidió suicidarse para no volver a la cárcel. Era buscado por secuestros extorsivos y robos a bancos.

La noche fue larga y colmada de excesos: drogas, alcohol, prostitución y armas. Demian Durante (40) y Diego Enei (42) -ambos buscados por la justicia por robo de bancos y secuestro extorsivo, entre otros delitos- se reunieron el martes 13 para hablar de sus negocios en la quinta que la concubina del primero había alquilado para los fines de semana. Una lujosa mansión ubicada en Olegario Andrade y Fray Luis Beltrán, detrás del Automóvil Club y a metros de la Colectora Oeste, en el barrio Los Naranjos de Ingeniero Maschwitz.

Ya casi de madrugada, ebrios y drogados, decidieron llamar a Natalia, una trabajadora sexual de 26 años a quien contactaron a través de un conocido. La mujer concurrió y Enei comenzó a mantener relaciones con ella. Hasta que Durante, repentinamente, enloqueció: “Sos gato de la policía, sos gato de la policía, te voy a liquidar”, le gritó a Natalia, según declaró Enei, más tarde, en la fiscalía.

Cada vez más encolerizado, Durante sacó un arma, amenazó con matarla y empezó a disparar. Fue su estado etílico, probablemente, lo que no le permitió dar en el blanco. Hubo forcejeos, gritos y corridas. Enei intentó calmarlo y defendió a la muchacha, pero lo único que logró fue que uno de los tiros le diera en el pie.

El herido y la mujer, aterrorizados, comenzaron a correr por el enorme parque de la casaquinta, intentando escapar del enfurecido agresor.

Eran cerca de las 6 de la mañana y un vecino que escuchó los disparos y los gritos llamó al 911. Al llegar al lugar, la policía encontró a Enei escondido tras un muro de la finca y a la mujer parapetada detrás de unos arbustos, con el torso desnudo, completamente en shock.

Desenlace trágico

Pero la parte más dramática de la historia todavía no había ocurrido. En cuanto Demian Durante vio llegar a los uniformados cerró todas las puertas y ventanas y se atrincheró en la vivienda. Antes efectuó varios tiros al aire advirtiéndoles a los efectivos que no entraran a la propiedad. “De acá me sacan con las patitas para adelante. Yo a la cárcel no vuelvo”, gritaba.

Los policías se replegaron y convocaron a los especialistas del Grupo Halcón. El perímetro de la casaquinta se cercó por completo y un mediador estuvo tres horas intentando negociar con el delincuente. Pero no hubo manera de convencerlo para que se entregue.

Lo último que se escuchó en el interior de la casa fue un disparo. Después, un silencio total. Durante ya no respondió a los llamados del mediador. Entonces los policías irrumpieron en la vivienda y se encontraron con el hombre muerto de un balazo en la boca, sobre un charco de sangre.

Enei, en tanto, sumó otro punto a su larga lista de delitos al quedar acusado de encubrimiento. “El auto que manejaba, que estaba dentro de la finca, tenía pedido de secuestro”, informó a DIA 32 el fiscal Matías Ferreirós.

Por su parte, la mujer fue derivada a la comisaría local, donde luego de declarar quedó en libertad.

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