El gurú indio Sri Sri Ravi Shankar formó hace 30 años un movimiento que plantea mejorar la respiración y meditaciones multitudinarias para acabar con el estrés y la violencia mundial. La fundación ya tiene su sede en Maschwitz.

Por FLORENCIA ALVAREZ
falvarez@dia32.com.ar

Si se trata de salvar al mundo, o de salvar a las personas de los males del mundo, todos los intentos son válidos por más extraños que parezcan. Por caso, el líder espiritual indio Sri Sri Ravi Shankar propone meditaciones en masa, como la que liderará durante su archi anunciada visita a la Argentina, el 9 de septiembre, en la avenida Figueroa Alcorta y Pampa, en Capital. Se calcula que participarán unas 100 mil personas, a las que se les unirán 300 ciudades de todo el planeta sumando medio millón de almas inmersas en una meditación por la paz y una sociedad sin estrés. A partir de sus técnicas de respiración y meditación, el gurú pone su granito de arena para intentar una vida mejor.

Sri Sri, como comúnmente lo llama la gente por un título honorífico que recibió, plantea que la solución a todos los problemas sociales parte de la no violencia individual. Asegura que el ritmo de sus ejercicios de respiración (pranayama) llegó a él “como un poema, una inspiración”, luego de haber pasado diez días en silencio a la orilla del río Bhadra, en Shimoga, India.

Creó la técnica partiendo de que a cada emoción le corresponde un ritmo de respiración distinta y dice que su regulación podría ayudar a aliviar el sufrimiento personal. Toma al estrés como la consecuencia de no vivir el presente, de estar corriendo continuamente del pasado al futuro y del futuro al pasado.

En 1982 fundó la organización El Arte de Vivir, que se encuentra en 151 países. En Argentina cuenta con más de 60 sucursales, 28 de ellas en Capital y provincia de Buenos Aires, entre las cuales se encuentra la de Ingeniero Maschwitz, que funciona en el centro Qhalendar de la calle Almirante Brown 1312. Alan Tesler es uno de los instructores de la sede, pero se negó a hablar con DIA 32 por no haber recibido permiso de la casa central: “Sin autorización, no podemos dar entrevistas”, expuso.

En ese sitio se realizan meditaciones guiadas los miércoles y domingos a las 18.30, abiertas al público en general.

Crecen los fans

En Argentina la fundación crece a pasos agigantados, multiplicándose como hormigas la gente que toma los cursos para sentirse mejor. Según datos proporcionados por la organización, en 2009 unas 10 mil personas tomaron los cursos que allí se dictan; el doble en 2010 y 48 mil en 2011. En el primer trimestre de 2012 ya alcanzó la mitad de todo el año pasado con 24 mil cursantes.

El curso de respiración es el más conocido y cuesta $490, pero también ofrecen cursos de meditación y respiración y liderazgo para empresarios, alumnos primarios y secundarios.

Determinados sectores cuestionan que la organización esté recibiendo subsidios, por ejemplo, del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, desde donde el año pasado recibieron $44 mil y “este año $105 mil provenientes de Desarrollo Social para profundizar el trabajo de reducción de violencia en villas y $70 mil para trabajar con adolescentes”, precisó el vicepresidente de la fundación, Juan M. Mora y Araujo, en una entrevista concedida al diario Perfil. Además, tienen otros convenios para trabajar en las cárceles y con docentes de escuelas públicas.

Los resultados que formulan las corrientes espirituales y su veracidad son intangibles, casi imposibles de comprobar. Y generalmente son cuestionadas cuando el dinero interfiere. Dejando ese tema de lado, lo importante es que quienes practican la meditación y participan de estas sesiones multitudinarias aseguran que no hay sensación igual y que el sentimiento de paz es indescriptible. Habrá que esperar al 9 de septiembre y ver si algo mejora entre nosotros.

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