Ya retirado de los cuadriláteros y con una mínima residencia en el distrito, el ex campeón de kick boxing anunció su decisión de ser precandidato en 2015. “No vengo a chorearme ninguna gallina. Yo soy diferente”, afirma.

Casi irremediablemente, cada cuatro años la política escobarense depara alguna sorpresa. No siempre agradable ni exitosa, pero sorpresa al fin. Figuras que irrumpen en la escena pública local -algunos, poco menos que de la nada- y anuncian sus aspiraciones de manejar las riendas de la Intendencia.

Casi todos ellos han tenido un destino común: el papelón electoral. Salvo Luis Patti, que se hizo famoso como policía duro y llegó sin escalas al poder local, el resto fracasó rotundamente. “Kito” Cantaluppi (2011), Christian Spoltore (2011), “Larry de Clay” Biaggioni (2007) y “Chiche” Ranieri (2003) son algunos de los antecedentes más cercanos.

La regla general que se deduce de estas experiencias e invenciones es que ni la popularidad, ni la declamación de buenas intenciones, ni la consideración de “buen vecino” -y mucho menos el mero paracaidismo- son cualidades suficientes para seducir, por sí solas, al universo electoral. Empero, Jorge “Acero” Cali dice estar dispuesto a dar pelea para revertir este derrotero.

Sin ningún pergamino político para exhibir, conocido por su pasado en el mundo de las artes marciales mixtas -fue tres veces campeón de kick boxing- y señalado como custodio del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno -lo cual desmiente-, Cali (42) ya arrancó su campaña por la Intendencia de Escobar y deja entrever que cualquier colectivo lo dejará bien para llegar a su objetivo.

“Conmigo no se jode”

Cali nació en Ciudadela y hace unos años está radicado en un country de Belén de Escobar, lo cual lo habilita para postularse a pesar de su ínfima relación con el distrito.

“Un grupo de vecinos y políticos, que están fuera del circuito perverso de la política, me propusieron que yo sea el próximo intendente de Escobar y estoy dispuesto a serlo por una vocación de servicio”, afirmó en sus primeras declaraciones en condición de precandidato, en las que dejó un puñado de frases fieles a su estilo rudo y picante.

“Vengo a proponer un cambio real, para que se dejen de robar la plata de la gente. No tengo ninguna necesidad de ingresar a la política para ganar dinero, porque eso ya lo hice como deportista y como empresario me está yendo muy bien. No me interesa un sueldo ni vengo a chorearme ninguna gallina. Quiero demostrar que soy diferente”.

“Realmente no sé quien es el intendente en Escobar, porque antes a los intendentes se los veía en los barrios, en donde la gente los necesitaba, pero hoy preguntás por el intendente de Escobar y nadie levanta la mano. A mí si me van a ver en la calle trabajando”.

“Si el gobernador es Scioli, Insaurralde, Massa, Menem o Cacho Castaña, no me importa. Estoy abierto a todo. Soy una persona que sabe que (Mauricio) Macri mide, que (Daniel) Scioli mide, que Sergio (Massa) mide, y lo único que quiero es ser el intendente de Escobar y ayudar a quienes nos gobiernen a nivel provincial y nacional”.

Asiduo invitado de los programas de Alejandro Fantino y Jorge Rial, el ex luchador protagonizó el año pasado un duro cruce con el periodista Jorge Lanata, quien en sus programas de radio y televisión lo acusó de “regentear un garito en el Abasto”. “Es un gordo payaso”, retrucó “Acero” en aquella ocasión. Y le advirtió: “Ojalá que no te pase nada”.

Hoy distanciado de los escándalos mediáticos, el musculoso ex deportista apuesta a construir un nuevo perfil radiante de confianza y optimismo: “Sé que hay cosas por hacer en Escobar que son difíciles, pero lo imposible no existe para una persona como yo. Si a mí me dan la oportunidad de ayudar se van a llevar una sorpresa, porque conmigo no se jode. Voy por la gloria”, promete.

Por lo pronto, el primer eslogan de su campaña mueve más a risa que a tomárselo en serio: “Hacelo, Cali”.

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