Empezó a jugarse hace trece años en Escobar, donde lo practican tres instituciones y varios de sus jugadores integran la Selección Nacional. Sueñan con estar en el Mundial de Canadá 2018.

Javier Rubinstein
¿Quién no lo ha visto alguna vez juntando botellas y diarios con su carro por las calles de la ciudad? Un personaje particular y entrañable, que todos los días la pelea para sobrevivir.
Se formó en Independiente de Escobar y Boca del Tigre, pasó por All Boys, Huracán y llegó a primera en Fénix. Ahora juega para el Gavá, en la Segunda B de España, y confía en codearse con los grandes.
Es mecánico aeronáutico hace más de veinte años y en agosto empezó a trabajar en Aerolíneas Argentinas. “Desde los 11 supe que quería hacer esto”, cuenta. Y revela aspectos poco conocidos de su oficio.
A los 13 años, el palista del club de Remo y Náutica de Escobar vivió una excelente temporada: campeón de canotaje en los Juegos Bonaerenses y Evita. Sueña con estar en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018.
Su pasión por una disciplina desconocida en nuestro país, pero milenaria en Asia, los llevó al Mundial de Ahmedabad junto a la Selección Argentina. “Fue una experiencia deportiva y cultural inolvidable”, confiesan.
Comenzó a correr en 2015 y en esta temporada lidera su categoría en el campeonato provincial de cuatriciclos. El joven piloto escobarense sueña con el título: “Ojalá se me dé, está en uno cumplir las metas”.
Tiene 12 años, juega de lanzador en la Asociación Japonesa y viene de competir en el Panamericano de México con la celeste y blanca. “Siempre me llamó la atención el beisbol y me gusta cada día más”, afirma.
Profesor de Educación Física y amante del running, será uno de los nueve argentinos que correrán los 246 kilómetros sin descanso en la Spartathlon de Atenas, la prueba atlética más exigente del mundo.
El equipo de Maschwitz perdió la categoría tras 26 años en la Primera B. Malas decisiones, jugadores que no estuvieron a la altura y una racha de siete meses sin ganar condenaron al club de la colectividad.
Tiene 21 años, vive en Maschwitz y su nivel en las competencias viene en pleno ascenso. Desde 2014 corre para la reconocida marca de bicicletas Venzo y es una de las nuevas promesas del mountain bike.
Fanático de la banda de Jagger y Richards desde chico, viajó por toda América y hasta fue a Inglaterra para verlos. Asegura que su vida gira en torno a ellos y confiesa: “Sueño con poder conocer a los cuatro”.
A pesar de la derrota en la final del Provincial, el aguerrido equipo de Escobar obtuvo el ascenso para volver a jugar en el tercer nivel del básquet nacional. Cronología de un sueño teñido de celeste y blanco.
Le dicen "El Correntino", vive en Garín, tiene 24 años y acaba de obtener el título latino ligero de la OMB por KO. “Me gustaría ganar todo”, se ilusiona una de las nuevas promesas del boxeo argentino.
Después de ocho años al frente del hospital Erill, el reconocido médico admite no haber logrado sus metas y explica el porqué. “Tiene que haber un nuevo planteo para la salud pública”, sostiene.
Tras una corta carrera como deportista, decidió volcarse a la formación y ya lleva varios años radicado en USA, donde abrió una academia de tenis en la que desarrolla su método de enseñanza.
Mientras en la playa todos disfrutan y se divierten, otros se pasan horas vigilando el mar y atentos a cualquier emergencia. Su trabajo: evitar tragedias y convertirlas en anécdotas.
El piloto escobarense se coronó campeón Promocional de ALMA y se sacó la espina de la temporada 2014, cuando el título se le escapó casi sobre la bandera a cuadros.
Dueño de varios vehículos que son verdaderas joyas, también colecciona coches a escala y sueña con un motorhome para recorrer el país. Fue floricultor, operario y fabricante de baterías. Y los 62 años continúa al frente de su comercio, Micro Bat.
El deporte del bate, el guante y la pelota vive en el predio de la Asociación Japonesa, cuyos equipos compiten en la Liga Metropolitana. El DT de mayores, Waldo Wagata, habla del presente de la actividad.
Alegrías, broncas, pasión, adrenalina. Son algunas de las sensaciones que miles de escobarenses viven cada fin de semana en los campeonatos organizados en distintos predios de la zona. Un furor que no para de crecer.