Empezó a jugarse hace trece años en Escobar, donde lo practican tres instituciones y varios de sus jugadores integran la Selección Nacional. Sueñan con estar en el Mundial de Canadá 2018.

Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web

Cinco jugadores por equipo a bordo de un bote, en una cancha de 35 por 25 metros delineada por boyas, dos arcos flotantes de 1 por 1,5 metros a una altura de 200 centímetros del agua y una pelota de wáter polo. ¿Cómo se llama el juego? Kayak polo, una mezcla de básquet y handball, pero sobre embarcaciones y con un remo en las manos de cada competidor para poder desplazarse.

Daniel Drescher, uno de los argentinos que representó al país en el Mundial que se hizo en Alemania en 2002, trajo la novedad al Club de Remo y Náutica de Escobar, en el verano de 2004. Al principio, pocos se engancharon con la novedosa propuesta, pero el juego ganó interés y varios kayakistas empezaron a sumarse. Más adelante, también se plegarían Kayak Escobar, coordinado por Sergio Jacquemin -ex integrante del Club de Remo-, y el Club de Pescadores.

A más de una década de aquella incursión, el kayak polo tiene hoy diferentes equipos e instituciones que lo practican, cada vez con más profesionalidad, a pesar de que el deporte es cien por ciento amateur. Todos comparten la pasión por el agua, los kayaks y la competencia.

Un partido de kayak polo se puede jugar en río, laguna o piletas, lo mismo da. Tiene una duración de veinte minutos, divididos en dos tiempos de diez. Una de sus particularidades es que no puede haber empate, como en el básquet. De haber paridad se juegan dos tiempos suplementarios de 5´ y, de persistir, hay penales, que se tiran a 6 metros de distancia y sin arquero.

La cancha tiene un área de seis metros y cualquier falta cometida en ese perímetro es sancionada con un penal, como en el fútbol.

El objetivo es, por supuesto, hacer más goles que el rival, con la dificultad de mantener el equilibrio arriba del kayak, poder tomar una buena posición de tiro y acertar la pequeña dimensión del alto arco. Todo un desafío.

En la provincia de Buenos Aires los equipos más fuertes son los de Escobar y Ezeiza, mientras que en el interior también hay buenos exponentes en San Martín de Los Andes, Mendoza y Santa Rosa. No es una actividad tan difundida y, por lo tanto, se practica en un número reducido de provincias.

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Torneos y objetivos

En Argentina no hay una liga que nuclee la competencia. “La idea es comenzar este año con la primera Liga de Kayak Polo. Habría dos campeonatos paralelos, uno avalado por la Federación Argentina de Canoas y otro entre clubes, cada uno de tres fechas. También está la chance de hacer una Copa Argentina”, le cuenta a DIA 32 Alexis Freyre, que juega desde hace años y actualmente integra el equipo de Club de Pescadores.

En noviembre se hizo un Torneo Sudamericano en los piletones de Ezeiza, donde participaron las selecciones de Argentina (con decenas de escobarenses en sus planteles de mayores, sub-21 y damas), Brasil y Guayana Francesa, campeona del certamen principal.

“Queremos organizar un Sudamericano cada dos años, así los equipos podemos ir más preparados al Mundial. Y en el medio también está el Panamericano, que este año se haría en nuestro país”, adelanta Freyre acerca de las competencias internacionales que la selección afronta en cada temporada.

Llevar adelante una actividad amateur sin padrinazgos económicos es muy difícil: “Todo cuesta mucho, hacemos rifas y juntamos plata como podemos. Nos gustaría tener un sponsor para poder viajar al Mundial de Canadá 2018. Nosotros tenemos que bancarnos los pasajes, la estadía… es todo muy complicado”, afirma.

Mientras tanto, cada equipo de kayak polo continúa con sus entrenamientos y suma sueños de competencia internacional. Escobar se hizo fuerte en este deporte y la viene remando contra viento y marea.

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