En los tiempos que su negocio le deja libre, Aníbal Rougier se dedica con pasión a los autos a radio control. Además, hace maquetas de naves espaciales. “Tengo 47 años, pero con lo que hago me siento de 20”, asegura.

Javier Rubinstein
Escobar no tuvo una actuación tan destacada como otros años en Mar del Plata, pero ellas se lucieron y llegaron a la cima del podio. Angela Almada logró el primer puesto en atletismo y Mercedes Aldana en golf. Ambas sueñan seguir creciendo en el deporte.
A los 13 años ya trabajaba en el Bar América, fue papá a los 19 y abuelo a los 40. Apasionado por la gastronomía, en 2016 abrió un bodegón que ya es un clásico de Escobar. “Las cosas simples me hacen feliz”, confiesa.
Jugó en la Liga hasta los 44 años y hoy, a los 69, integra el equipo senior de la entidad, campeón en Córdoba en 2019. Un zaguero central impasable y de gran cabezazo, respetado y querido por todos. “El fútbol es mi vida, lo llevo en la sangre”, asegura.
Después de medio siglo dedicándose a la estética de las mujeres, Diosma González decidió ponerle fin a su trayectoria comercial. “Tengo que cuidar mi salud, descansar y seguir adelante”, confiesa, entusiasmada con iniciar una nueva etapa a los 70 años.
Tiene 17 años, vive en Maschwitz y se destaca en un deporte masculino por excelencia. Jugadora del Club Atlético San Andrés, en 2020 fue convocada a la selección juvenil de Las Pumas. “El rugby me atrapó, siento que lo llevaba adentro”, sostiene.
Durante 20 años fue Juez de Faltas. Abogado, fanático de las motos y de la tecnología, se define “muy sociable” y extraña al pueblo de ayer: “No reniego del crecimiento, pero antes nos conocíamos todos”.
Luis Paulo Silva Nunnes nació en Brasil, en 2003 se radicó en Argentina y desde hace tres años está en Ingeniero Maschwitz. De tocar con Sandra Ballesteros, Willy Crook y Derek López a los bares de la calle Mendoza.
El deportista garinense decidió ponerle punto final a una carrera llena de logros. Integrante de la Selección Argentina, durante doce años compitió en Panamericanos, Sudamericanos y Copas del Mundo. “El remo me dio todo”, afirma.
Siguiendo los pases de su padre, lleva más de cuarenta años en un rubro al que se dedica con pasión y esmero. “Cuando estoy arreglando, estoy en mi mundo”, afirma, en su nuevo local de Cronos.
Luis Inchaurraga vive en España hace 23 años y se consagró como el mejor bartender de ese país. “Cuando llegué, juntaba los puchos del piso para fumar”, confiesa. Hoy es el número 1.
Recibió un premio de la Fundación Fortabat y uno de sus cuadros será exhibido en Barcelona. “Siempre estoy en la búsqueda, aprendiendo”, afirma este joven pintor y dibujante escobarense.
El futbolista escobarense, figura en la Selección, jugará la próxima temporada en la Fiorentina, que pagó 22,5 millones de euros por su pase. “Me toca seguir mi carrera y dar otro paso”, dijo en su despedida del Stuttgart.
Su familia se asentó en estas tierras en el siglo XVIII. Participó en la política local, siempre bajo la bandera de la Unión Cívica Radical, fue dos veces concejal y conoció a Raúl Alfonsín. “Trato de ser directo y leal”, asegura.
Fue la creadora del área de deportes para personas con discapacidad en Escobar, que en abril cumplió 25 años. Carismática, para muchos de sus alumnos es como una segunda mamá. “Me encanta seguir emocionándome con sus progresos”, afirma.
Andrea Viqueira trabajó de locutora en medios locales y en la Dirección de Prensa del Municipio. Hasta que la muerte de su marido, la depresión y el cáncer la pusieron a prueba. Pero ella se curó, se capacitó y hoy disfruta su trabajo en Zoonosis.
Dando clases en un jardín de infantes sufrió un ACV y sintió que el mundo se le venía abajo. Tras recuperarse, decidió cumplir el sueño de trabajar en un cuartel, sin dejar la docencia. Encontró su lugar en Paraná, Entre Ríos. “Lo disfruto mucho”, asegura.
Cada vez más equipos eligen a esta localidad para hacer sus entrenamientos y pretemporadas. Actualmente Platense y Ferro practican en Doble55inco y Mis Marías, atraídos por las comodidades, la tranquilidad y el entorno natural de estos predios.
Aunque no goza de la popularidad de otras, esta disciplina similar al básquet tiene sus fanáticos. Uno de ellos es el escobarense Ignacio Beitia, quien es entrenador en Gimnasia de Villa del Parque y logró varios títulos.
Está viviendo en Estados Unidos desde hace seis años, se casó y formó una familia. Trabaja de lo que le gusta, está bien económicamente y por ahora no piensa en volver al país. “El deporte abre puertas impensadas”, afirma.
La calle Miguel Cané se convirtió en el sitio elegido por los escobarenses para entrenarse y realizar actividades físicas. Un lugar tranquilo, seguro y rodeado de naturaleza, que también invita al paseo, el descanso y la contemplación.