El oficialismo mantuvo los 4 puntos de distancia que había sacado en las PASO y se quedó con 5 de las 12 bancas en juego, al igual que Cambiemos. Además, Laura Russo se consagró diputada nacional.

Por CIRO D. YACUZZI
cyacuzzi@dia32.com.ar

Había caras de alegría, de alivio y puños apretados en el búnker de Unidad Ciudadana (UC) el domingo 22 a la noche en la avenida Tapia de Cruz. La lista de concejales impulsada por el intendente Ariel Sujarchuk volvía a imponerse a la de Cambiemos, encabezada por Leandro Costa, por una diferencia casi idéntica a la de las elecciones primarias. Y a Laura Russo, la esposa del jefe comunal, los votos de la provincia le daban con lo justo para coronarse diputada nacional electa. Si la felicidad no era plena, desbordante, fue porque ya se conocía la indefectible derrota de Cristina Fernández de Kirchner contra Esteban Bullrich. Por lo demás, había motivos de sobra para abrazarse y celebrar que la ola amarrilla no pudo penetrar en Escobar.

En un contexto general desfavorable -Cambiemos ganó en 100 de los 135 municipios bonaerenses, mientras que UC lo hizo en 28-, el triunfo local le permitió a Sujarchuk sacar pecho y quedar muy bien parado puertas adentro del PJ, que se encamina a una reconfiguración en la que espera tener un papel relevante.

No es menos cierto que la victoria de la lista que postuló a Juan Carlos Toledo para primer concejal fue por una ventaja exigua -39.3 a 35.5- y en el reparto de bancas quedó mano a mano con el macrismo: 5 para cada uno y las otras dos para 1País. Pero el solo hecho de haber sostenido el triunfo de las PASO -incluso el de la ex presidenta, por 41 a 39- fue un logro político para Sujarchuk, si se compara lo que pasó en otros municipios como Pilar, donde su par Nicolás Ducote logró revertir la derrota de las primarias, contra casi todos los pronósticos.

La otra cara de la moneda fue Leandro Costa, a quien la derrota le dejó un inevitable sabor amargo. La meta de los 37 puntos se logró con creces en todas las categorías, pero en la lista de concejales los porcentajes de adhesión fueron bastante menores. Si bien se consolidó en Belén de Escobar -su localidad- y repitió el triunfo en Maschwitz, el “efecto” Maquinista Savio y el apoyo mayoritario en Garín para UC resultaron indescontables. Además, volvió a perder -por muy poco- en Matheu.

Así como había sido felicitado por el ecuatoriano Jaime Durán Barba por haber superado el objetivo de los 30 puntos en las PASO, esta vez Costa no aprobó el examen, porque ni siquiera pudo achicar la brecha. Quedó en deuda y no logró los avales necesarios para ser el candidato indiscutido a la Intendencia en 2019. Aunque, claro está, sigue siendo el mejor posicionado, lejos.

Por el lado de 1País, la estrepitosa caída de Sergio Massa resultó imposible de contrarrestar a nivel local y la lista encabezada por Luis Carranza apenas logró dos bancas. Incluso, el escenario pudo ser peor: si caía tres puntos más -retrocedió de 17.2 en las PASO a 11 en las generales- se hubiera quedado con las manos vacías.

En el pelotón del fondo, el Frente de Izquierda festejó como un triunfo simbólico su cuarta ubicación, superando la frustrada aventura política de Maximiliano Patti y el fracaso del randazzismo, que en Escobar presentó como primer candidato a concejal a Germán Maldonado, quien no pudo renovar la banca que había obtenido en 2013 por el Frente Renovador, de la mano del entonces intendente Sandro Guzmán.

Otro que no consiguió la reelección fue Miguel Jobe -hubiera sido la tercera-, cuya quijoteada con la agrupación vecinal Proyecto Escobar pasó tan inadvertida en la campaña como en las urnas.

Comentar la noticia

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *