Es vecino de Matheu, periodista deportivo y relator de Frecuencia Boca. Paso a paso, fue ganando un espacio en el club del que es hincha y va por más: ahora sueña con relatar un Mundial. “Donde haga periodismo, soy feliz”, asegura.

Aunque reconoce que no viene de un ambiente familiar futbolero, él es un ferviente seguidor de los deportes y la comunicación. Desde los 9 años relataba partidos imaginarios por los ambientes de su casa, en Matheu, y no se perdía partidos de Boca por la tele, club del que se hizo fanático por su idolatría hacia el “Mono” Navarro Montoya.

Andrés Stricker (31) también soñaba con ser futbolista, llegó a probarse en Boca, River y Racing, pero a los 17 años sufrió un mazazo cuando le diagnosticaron un cáncer testicular, enfermedad que le volvió a aparecer a los 21. De ambas pudo recuperarse, con valor y entereza.

“Fueron golpes duros, porque estaba jugando y no pude seguir, tuve que operarme y extirpar el tumor. Terminé el colegio y no jugué más, porque además estaba todo el día en la escuela Técnica”, le comenta el técnico electromecánico a DIA 32, haciendo hincapié en querer contar lo que le pasó para que sirva de experiencia y demostrar que se puede seguir adelante ante adversidades de salud tan delicadas.

Una vez recuperado y con toda la vida por delante, empezó a estudiar abogacía en la Universidad de Buenos Aires, pero no llegó a terminar el Ciclo Básico Común. Después se anotó en publicidad, estuvo un año y decidió cortar. “Me di cuenta que estaba haciendo carreras por lo económico o porque están de moda, pero no me apasionaban. Lo que me gustaba realmente era el deporte y hablar”, analiza Stricker.

Andrés Stricker relatando en la Bombonera
LISTO PARA RELATAR. “Tratamos de que el hincha se sienta en la cancha a través nuestro”, afirma.

Así empezó periodismo deportivo. “Me saqué ese freno de los que me decían ‘siempre están los mismos’, o ‘¿dónde vas a trabajar como periodista?’. Estudié en el Instituto Sudamericano para la Enseñanza de la Comunicación (ISEC), de Capital, y me recibí a los 26”, cuenta Stricker, en una rápida recopilación de por qué llegó a la comunicación, profesión que hoy le fascina.

Su debut fue en una emisora local, Frecuencia 106, haciendo un programa deportivo que se llamaba Rompiendo redes junto a algunos compañeros de estudio. “Lo recuerdo con mucho cariño, practicábamos mientras hacíamos la carrera. Esa fue mi primera incursión”, señala Andrés, sobre aquella aventura radial.

Mientras estudiaba tuvo su primer trabajo remunerado. Fue en Telefe, donde entró después de varios filtros y entrevistas hasta en inglés. Todo comenzó con una charla virtual, pasó a la etapa presencial, quedó entre los cinco elegidos y logró una pasantía de cuatro meses, organizando los archivos del canal.

“Estaba en una oficina, con la computadora, viendo imágenes, con información que ni salió al aire. Le poníamos una sinopsis y se guardaba, como una especie de YouTube casero”, explica Stricker acerca de aquella función, que utilizó para ganar experiencia y roce en un multimedio de gran jerarquía.

Andrés Stricker frente a la Bombonera en una cobertura.
MICRÓFONO EN MANO. Andrés Stricker no se pierde un partido en La Bombonera, su lugar en el mundo.

Bañado de azul y oro

Cuando cursaba el último año de la carrera se le abrió otra oportunidad, en el mundo Boca, su club de toda la vida. Gracias al ofrecimiento de un compañero que hacía vestuarios en las transmisiones de la audición partidaria Supercampeón, debutó como comentarista de los partidos del xeneize. Después, por ausencia del relator, tomó la posta en la función que más le gusta dentro de una cabina de transmisión.

Así, al poco tiempo, le dio vida a Frecuencia Boca, transmitiendo la campaña del club. Se inició en una AM de Capital y actualmente emite en streaming por todas las redes sociales, con presencia en vivo cuando el equipo juega como local, contando lo que pasa en los partidos y en las conferencias de prensa después de cada encuentro.

Tratamos de que el hincha se sienta en la cancha a través nuestro, que sea uno más de la transmisión. Ofrecemos diferentes cámaras y tecnologías. Nuestro sueldo es que nos digan que les gusta lo que hacemos. Lo que nos entra de la pauta publicitaria lo usamos para invertir y solventar nuestros gastos”, sostiene Stricker.

Durante esta temporada Frecuencia Boca tuvo un exponencial crecimiento entre los hinchas y ganó popularidad en las redes sociales. “En Instagram pasamos los 71 mil seguidores. Estamos también en Twitch, YouTube y Facebook. Hago un relato radial, con pasión, pero metiendo interacción con la gente. Mostramos como un backstage, para que el hincha sienta que está en La Bombonera”, comenta el matheuense, que encabeza un equipo de entre seis y ocho personas que se reparten las tareas, algunos en la técnica y otros en la parte periodística.

En las transmisiones de cada partido les llegan saludos de hinchas que los escuchan desde España, México, Nueva York, Los Ángeles y muchas provincias argentinas. Esto es posible gracias a la tecnología actual, al alcance de internet y la masividad de las redes.

“En esto nada llega gratis, todo es laburo. En la comunicación hay que tener pasión, ser profesional y respetuoso. No existe la voz de relator, ni de locutor. Existe el trabajo, hay que prepararse para relatar”, asegura, feliz por su presente.

“Soy obsesivo, cuando vuelvo de la cancha me quedo hasta la madrugada escuchando mi relato, para corregir cosas».

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Relato y comunicación

Alejandro Fantino lo marcó con sus relatos y actualmente Walter Nelson es uno de los referentes a la hora de hacer su trabajo narrativo. Eso sí, como buen periodista tiene una autocrítica importante: “Soy obsesivo, cuando vuelvo de la cancha me quedo hasta la madrugada escuchando mi relato, para corregir cosas. Veo si me faltó aire, la técnica. Hay que respirar bien, hidratarse, no lastimar la garganta. Tengo la voz grave natural, pero también se trabaja bastante”, confiesa, dueño de un tono potente, de esos que se reconocen a algunos metros de distancia.

“Nunca soñé con estar en grandes medios nacionales. Donde haga periodismo, soy feliz. No necesariamente tenemos que estar en un canal para comunicar”, afirma, convencido de su rol. También hace conducción de eventos, años atrás trabajó en el área de Ceremonial y Protocolo de la Municipalidad de Escobar y como presentador ante miles de personas en actos institucionales y culturales.

“Hice hasta animaciones en boliches. Todo lo que tenga que ver con un micrófono, lo hago”, asegura. Además, se dio el gusto de relatar a la Selección, con Lionel Messi en cancha, en un amistoso jugado en San Juan antes de la Copa América 2021.

De cara al futuro, dice que tiene dos sueños: “Uno es transmitir un Mundial. No creo que llegue a Qatar, pero sí en algún próximo. Y el otro es poder laburar siempre de esto, que me encanta”, afirma, disfrutando de este presente donde su vocación y su pasión van bien agarradas de la mano.

Andrés Stricker en San Juan para relatar un partido de la Selección Argentina
LOGRO. En 2021 se dio el gusto de relatar un partido de la Selección, con Lionel Messi en cancha.

RELATOR INFORMADO

“El periodismo de Escobar tiene calidad”

Aunque su trabajo está enfocado en Boca, Andrés Stricker también consume medios locales. Cuenta que años atrás seguía el programa El Deportivo por la señal Tele Red y que hoy lo hace desde la web. Lo mismo sucede con Radiodeportes Escobar; es más, dice que el periodista y relator local Favio Fontana fue uno de los que lo animaron a estudiar comunicación, por su voz. “Siempre los sigo. El periodismo en Escobar creció mucho, tiene más calidad, más capacitación. También hay buenos portales de noticias”, acota, mostrando conocimiento y sin perder el hilo de las novedades escobarenses. Su familia es conocida en el distrito por la actividad de su padre, Emilio, quien desde hace décadas se dedica a las perforaciones para pozos de agua.

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