Andrea Viqueira trabajó de locutora en medios locales y en la Dirección de Prensa del Municipio. Hasta que la muerte de su marido, la depresión y el cáncer la pusieron a prueba. Pero ella se curó, se capacitó y hoy disfruta su trabajo en Zoonosis.
De Última
Notas atemporales sobre temáticas y vecinos del partido de Escobar.
Dando clases en un jardín de infantes sufrió un ACV y sintió que el mundo se le venía abajo. Tras recuperarse, decidió cumplir el sueño de trabajar en un cuartel, sin dejar la docencia. Encontró su lugar en Paraná, Entre Ríos. “Lo disfruto mucho”, asegura.
El partido de Escobar está lleno de rincones ocultos o poco conocidos con un encanto natural singular. Uno de ellos está en Loma Verde. Un sendero con paisajes, detalles arquitectónicos y una belleza exótica que invitan a un paseo de ensueños.
La majestuosa construcción fue realizada en los ‘80 y emula una fortaleza romana medieval. Su creador falleció hace dos décadas, en Italia, y desde entonces está deshabitada. Los hijos decidieron ponerlo en venta.
Nació en la isla, jugó al fútbol y salió campeón con Boca del Tigre. Hizo radio y vende publicidad para ganarse la vida. Soltero empedernido, está de novio con la misma mujer desde que tiene 20 años, pero no convive ni quiso tener hijos.
En Maschwitz es conocido por sus inicios como vendedor ambulante de “Ecopan”. Un clásico que se consolidó por sus productos abundantes, naturales y a bajo costo. De las calles al mostrador, con la receta del afecto y el contacto con la gente.
Durante diez años fue cocinero y mozo del bar América, hasta que cerró. Fue padre a los 16, perdió a su mujer y rehízo su vida. Vendió café en la Feria Rivadavia y en 2019 abrió su propia panchería. “Esto me cambió la vida, estoy muy feliz”, afirma.
Con compromiso y entusiasmo, cada mes lleva la revista DIA 32 a cientos de hogares escobarenses en su bicicleta, desde el Paraná de las Palmas hasta el barrio Lambertuchi. Un todoterreno infatigable, siempre al pie del cañón.
La familia Magnani tiene una larga tradición en el rubro, que comenzó hace siete décadas y ya abarca a tres generaciones. “El reconocimiento de la gente es impresionante”, afirman padre e hijo.
Apasionado por los autos, el magnate tiene en su residencia de Escobar una colección privada alucinante de deportivos y clásicos. A dos de ellos los puso en venta: una Maserati 3500 GT Coupé de 1964 y un Mercedes Benz descapotable 1953.
Florencia Buzzo es artista y está radicada en Francia. Pero por la pandemia no pudo volver y debió quedarse en Ingeniero Maschwitz, donde nació. En la casa que habita descubrió a una compañera inimaginable.
En Escobar, Loma Verde, Maschwitz y El Cazador están germinando grupos de compras comunitarias de verduras y frutas orgánicas. Una alternativa alimentaria sana, nutritiva y económica, en la que todos ganan.
Nacido en Campana, dedicó su vida al comercio y tuvo la primera inmobiliaria de El Cazador, donde está radicado. A los 80 años, decidió donar su propiedad para que se construya un centro recreativo y social cuando fallezca.
Dueño de un particular look, Claudio Hojdra no pasa inadvertido en ninguna parte. Fanático de “Pappo”, el blues y el heavy metal, dice que vive de noche y duerme de día. “Es difícil seguirme el ritmo”, confiesa.
Curioso nato y excelente narrador, este empedernido coleccionista de carruajes antiguos abre las puertas de su estancia en El Cazador. Un recorrido singular por un lugar con mucha historia y grandes anécdotas.
Un vecino de Maquinista Savio recibió 7.000 dólares por error de una entidad bancaria. Pero no dudó en ir a devolverlos: “La plata mal habida es malgastada y trae problemas. Hice lo que tenía que hacer”, asegura.
Visores de 3D que muestran zonas desconocidas de la galaxia, juegos de ilusión óptica, péndulos y caleidoscopios son algunos de los entretenimientos que ofrece esta asombrosa propuesta montada en Garín.
Para grandes y chicos, con entrada libre y gratuita.
Sin conocer el oficio, a los 44 años Esteban Leyes decidió montar un taller donde las restaura y transforma. La aventura de cómo se subió a su oniriciclo y fue de Maschwitz al Obelisco.
En su humilde taller de la calle Sarmiento, Carmelo Fardini creó el primer monoplaza eléctrico de carrera del país. Y ya puso manos al segundo. Jubilado y amante de los fierros, sueña con fabricarlos en serie y participar de la Formula E.
Dueña de una vitalidad asombrosa, a los 88 años sale a bailar todos los fines de semana, “llueva o truene”. Dice que esa es su única medicación. La anécdota de cómo su nieta la hizo viral en el último carnaval.
Tiene 40 años y nació con hipotiroidismo congénito, lo que le produjo un retraso madurativo y dificultades para comunicarse. Pero él no afloja, trabaja en una pizzería y se hace querer por todos.