Un oficio milenario en boca de un apicultor de Ingeniero Maschwitz que se pone el mameluco y se transporta. Como las abejas, siempre en busca de las flores. Un trabajo duro que da satisfacciones.
De Última
Notas atemporales sobre temáticas y vecinos del partido de Escobar.
Creada por Antonio Spadaccini y continuada por Pedro Vallier, la tradicional receta escobarense recuperó su vigencia con una fiesta que año a año le rinde homenaje y cada vez convoca más gente.
Hace 15 años dedica su tiempo a rescatarlos de la calle para curarlos, llevarlos a vacunar y procurarles un hogar. Además, en su casa convive con 34. Asegura que son una de las mejores cosas que le pasaron.
Una enfermedad en la columna y las piernas no pudo vulnerar su voluntad. Trabaja en la Municipalidad, ayuda a su padre en un aserradero y disfruta de integrar el cuartel de bomberos.
Tiene 22 años y desde los 15 participa en concursos de belleza, aunque ella aclara que su meta es divertirse y colaborar. “El título pasa, pero los valores quedan”, sostiene la ex Reina de Garín.
¿Quién no lo ha visto alguna vez juntando botellas y diarios con su carro por las calles de la ciudad? Un personaje particular y entrañable, que todos los días la pelea para sobrevivir.
Es mecánico aeronáutico hace más de veinte años y en agosto empezó a trabajar en Aerolíneas Argentinas. “Desde los 11 supe que quería hacer esto”, cuenta. Y revela aspectos poco conocidos de su oficio.
Casi un siglo de vida y cientos de anécdotas catalogan a uno de los pocos ejemplares de la zona. Ni el clima ni el maltrato recibido pudieron acabar con una especie emblemática.
Decidió dejar atrás los convencionalismos para dedicarse a vender sus artesanías a bordo de una kombi llena de colores. Vive en Pilar, pero es común verla por las plazas de Escobar y Maschwitz.
Ante la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, cada vez más gente concurre a la Tienda de Venta Benéfica que funciona desde 2011 en Savio. Una iniciativa que combina religión con solidaridad y ahorro.
Nació en Uruguay y estaba viviendo en Entre Ríos hasta que perdió todo en una inundación. De Tigre llegó a Escobar, durmió varias semanas en la vereda del hospital y ahora consiguió techo, pero sigue buscando ayuda.
Fue taquígrafa, martillera pública y dueña de la vinería “El Traguito”, un símbolo del Ingeniero Maschwitz de los '60. Acaba de cumplir 90 años y lo festejó a lo grande, rodeada de afectos y feliz.
Fanático de la banda de Jagger y Richards desde chico, viajó por toda América y hasta fue a Inglaterra para verlos. Asegura que su vida gira en torno a ellos y confiesa: “Sueño con poder conocer a los cuatro”.
Un linyera que deambulaba por Loma Verde y Matheu pudo reencontrarse con su familia gracias al interés de un vecino que dio a conocer el caso por las redes sociales. Reencuentro con final feliz, a pura emoción.
Miles de personas asistieron al evento organizado por el Quo Container Center, en el último fin de semana del verano. Buena bebida, exquisitos acompañamientos, bandas y DJ's en vivo, tirolesa y mucho más.
Un grupo de amigas de Garín y Maschwitz decidió darle rienda suelta a su vocación de servicio y desde hace un año colaboran con vecinos y comedores. “Nos sale la locura de ayudar y nos hace bien”, afirman.
El emblemático carromato de la Costa Atlántica llegó a Escobar. Lo contratan para cumpleaños, fiestas de egresados y despedidas de solteros. “El que sube no se lo olvida más”, afirma su dueño.
Nació en la pobreza y, siendo ama de casa y catequista, logró convertirse en una de las primeras diputadas del país, por orden de Evita. “Fui una mujer más, del montón”, afirma. Acaba de cumplir noventa años.
Atravesado por problemas personales, un vecino de Lambertuchi decidió sacarle una sonrisa a los chicos más humildes calzándose el traje del mítico personaje navideño y llevándoles regalos.
El recuerdo de un entrañable personaje del Escobar de antaño, pionero en la venta de diarios en el pueblo. Nacido en Capital pero aquerenciado en estos pagos, llegó a ser presidente del Club Sportivo y amigo de Alfredo Palacios.
Fieles de todas partes del país llegan cada 19 hasta la catedral de Villa Angélica para agradecerle y dejarle sus plegarias al patrono de las causas urgentes e imposibles. Historia de una devoción que no para de crecer.