Este mes se cumplen dos años de la colocación de la piedra fundamental del edificio para la Universidad de Buenos Aires, aprobado en la ordenanza 4409/07. Pero la respuesta oficial no alcanza para pasar el examen.

Por ARIEL J. SPADARO
aspadaro@dia32.com.ar

Yo señor, no señor. Entonces, ¿quién la pondrá en práctica? Cuenta la fábula que era una necesidad educativa muy molesta, que a los funcionarios les quitaba tiempo para pensar en los grandes proyectos que elaboraban para el pueblo. Un pueblo feliz, que desde el año 1999 tenía la posibilidad de iniciar el Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en su comunidad y que ya en 2001, luego de varias manifestaciones y reclamos, había logrado -a través de un plebiscito escrupuloso realizado por el Intendente de turno- que se recaudara a través de la tasa por servicios generales (ex ABL) un porcentaje para sostener esta grandiosa conquista.

Pero el pueblo se quedó dormido en las hermosas plazas custodiadas y dejó pasar varios años sin preguntarse cómo se utilizaba el dinero recaudado para tal fin, mientras algunos estudiantes universitarios debían viajar a otro distrito a formarse y otros postergaron su proyecto de vida por falta de recursos.

Sin embargo, las idas y vueltas de algunos revoltosos, entre ellos el vecino y estudiante José “Pepe” Díaz, lograron que el tema vuelva al tapete. Y para el año 2007 aquella necesidad que trajo tantos dolores de cabeza se transformó en una humilde ordenanza, que añoraba convertirse en el anhelo de muchos escobarenses: en un sector del polideportivo municipal Luis Monti se construiría un edificio propio para el desarrollo de la UBA.

La ordenanza -registrada con el número 4409/07- tuvo su “Fiesta de la Educación” el 26 de septiembre del mismo año, con la colocación de la piedra fundamental del futuro in­mueble, pero cuando menos se lo esperaba aparecieron electoralmente nuevos viejos funcionarios, que la dejaron guardada en el baúl de los sueños, y con ella sigue durmiendo la esperanza de muchos estudiantes.

¿Recursos escasos?

El monto recaudado que se obtiene de la tasa por servicios generales bajo el concepto “Contribución Especial Fondo Educativo” ronda los $300.000 mensuales. De ahí se diluyen los sueldos de los docentes universitarios (del CBC y la Facultad de Agronomía), el alquiler inmobiliario del Instituto Secundario Belgrano -cuya estructura áulica no satisface las necesidades para el correcto dictado de cátedras-, un porcentaje para becas, diez mil pesos mensuales para subsidiar clases de conservatorio en Artes Musas y dos locaciones para la escuela de guardavidas y cursos del gremio Suetra.

El parte oficial

DIA32 consultó al secretario de Go­bierno del Municipio, Hugo Cantero -cuasi único funcionario que esgrime intenciones de que el proyecto siga en pie-, quien adelantó que se siguen buscando alternativas donde se complementen carreras completas de la UBA con otras ofertas donde el beneficio sea que los escobarenses no necesiten viajar. Reconoce que existe un superávit en la recaudación del denominado “Fondo Educativo Municipal” (FEM) y que el adelantamiento de las elecciones modificó el rumbo de las prioridades. Pero se ve alentado por el avance de un acuerdo con el presidente de Fideicomisos de la Provincia de Buenos Aires, Lisandro Catalán, para concretar un acuerdo que logre en el corto plazo comprar un espacio propio. “La ordenanza sigue en pie, pero se está pensando en un proyecto más ambicioso que el original”, afirmó Cantero.

Reclamo legítimo

Todo lo escrito y manifestado por los escobarenses a lo largo de estos diez años ha demostrado que el resultado final de esta cruzada no puede ser otro que una suma de posibilidades lógicas. Sumar el ahorro que cada estudiante obtiene al evitar un gasto en transporte, en comida, en horas obsoletas de viaje (alrededor de un mes al año) y en el riesgo de regresar por las noches desde otro distrito. Sumar la inversión de un caudal de futuros profesionales que intercambien una contraprestación experimental con el Municipio (becas, apuntes, censos). Sumar el crecimiento comercial y migratorio que hoy aprovechan otros distritos.

En fin, sumar la posibilidad de que el partido de Escobar concrete esta realidad, de la que ningún ciudadano renegaría, y para su cincuentenario anuncie que cierra sus cuentas con superávit cultural y educativo.

“No hay explicación lógica para tanta demora”

Por José “Pepe” Díaz*

El esfuerzo, el aporte económico, las ideas, la paciencia y la lucha en paz con alegría y fe, permanentes, son algunas de las cualidades más importantes que tiene el pueblo del partido de Escobar y que hacen de nuestra comunidad un lugar para vivir bien, aún en las peores crisis, como la actual a la que estamos acostumbrados los argentinos.

Estas reflexiones apuntan a que no se debe dilatar más la puesta en marcha del aprovechamiento integral del tesoro que Escobar conquistó, el funcionamiento de la mejor universidad estatal y gratuita: la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Nuestro gobierno municipal es deposi­tario de este bien y debe darle la entidad e identidad que merece, ya que tiene todos los medios para cumplir con la ordenanza 4409/07, siendo el más importante la participación popular.

No hay ninguna explicación lógica para tanta demora. En los respectivos expedientes que existen en la Municipalidad tienen todas las metas a cumplir.

Todo es posible aprovechando lo señalado y sumando los beneficios existentes en el nivel provincial, nacional e internacional que se conseguirá con el intercambio cotidiano de la educación con la comunidad en todos sus aspectos, para así cumplir con los ideales y los sueños en este proyecto que nos enriquece y marcará el destino de los escobarenses hasta la eternidad.

*Principal propulsor de la ordenanza 4409/07 y autor de un proyecto para crear el Centro Untver sitario Regional de Escobar.

“Un atentado al mandato del pueblo”

Por Mariano G. Molina*

El postulante y el pueblo firman un acuerdo de mandato a través del voto. Cuando el postulante es elegido pasa a ser un representante de los intereses del pueblo y, por lo tanto, su mandatario. Ello significa que el funcionario debe hacer todo lo que esté a su alcance para cumplir con el programa que prometió desarrollar y procurar ser fiel al mandato que le fue confiado.

Aunque no estamos acostumbrados a verlo de esa manera, el legislador es el mandatario por excelencia, pues el pueblo le otorga la facultad legisferante que solo él posee, ya que en el ámbito municipal, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) es la reproducción, a escala local del Congreso Nacional, y también nuestro campo de ejercicio democrático.

En el año 2007, el HCD dictó la ordenanza 4409/07, por la cual el pueblo de Escobar estableció que quería darse un Centro Universitario. Dicho centro tiene como miras enriquecer el distrito y ser un dique contenedor de nuestros jóvenes (y adultos también), amén de contribuir con un elemento dinamizador para el partido y aledaños.

Sin embargo, a la fecha, la voz del pueblo ha sido sistemáticamente desoída por el Ejecutivo local. Ello resulta ser un grave atentado al mandato del pueblo y, por lo tanto, éste está legitimado para exigir su cumplimiento.

Desde planteos judiciales hasta la lucha política pueden contribuir para que el órgano de aplicación de la ordenanza (entiéndase el Intendente) la rescate del olvido y procure cumplir con su objeto. Sea cual fuere la vía elegida (dentro del contexto propio de una democracia seria y madura), servirá para que nuestros funcionarios comiencen a entender que desentenderse del mandato popular que prometieron respetar implicará un alto costo político.

*Abogado. Secretario de la Asociación de Militantes Sociales (AMIS)y de la ONC Avanzada Sociocultural Escobarense (ASCES).

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