Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web
A los 15 años cambió las danzas árabes por los guantes y el protector bucal. Quería más acción y boxear le generaba una adrenalina única. Así, Macarena Ledesma (17) conoció el sabor de pegar e intentar que no le peguen.
“Empecé en un club de Pacheco aprendiendo clases de árabe. Ahí mismo, una prima practicaba boxeo y me gustó, hablé con mi papá y le dije que me quería anotar. Hice dos meses de entrenamiento, pero como me quedaba lejos y, además, iba al colegio, dejé. Ahora ya hace dos años que retomé, pero las primeras cosas las aprendí en ese club, cómo caminar el ring, tirar las manos, tener la guardia bien arriba”, explica Macarena a DIA 32 antes de iniciar una sesión de entrenamiento físico en el galpón de la estación de Matheu, bajo las indicaciones de su profesor Guillermo Barrios.
Cuando retomó, Macarena empezó a entrenar en la Asociación de Fomento Unión Garín (AFUG), con Ramón Verón, y a los pocos meses recibió una propuesta de Barrios para hacerlo también en Matheu. “Acepté porque me gusta mucho la gimnasia, los dos son mis entrenadores”, cuenta a la hora de hablar de sus maestros en los rincones, ambos muy conocidos en la formación de buenos pegadores.
La joven, que en marzo cumplirá 18, reconoce que “de chiquita era medio peleadora” y asegura que no siente temor arriba del cuadrilátero. “Al principio da un poco de miedo porque a nadie le gusta que le peguen en la cara, pero después uno se va acostumbrando y es algo normal”, afirma.
En muy poco tiempo, Macarena se hizo conocida en el ambiente del box femenino y ya tiene una interesante estadística favorable en su haber: sobre 17 combates, ganó 12 (2 por KO), empató 3 y solo perdió 2. Para cualquier mujer la apariencia de su rostro y su imagen son sagradas, algo que practicando este deporte de contacto se hace difícil resguardar. Pero ella, por el momento, lo está logrando: “Gracias a Dios, hasta ahora nunca me dieron una paliza”.
Otro punto en cuestión es la opinión de sus conocidos al enterarse de su elección: “Al principio mis amigas me miraban raro, pero siempre me apoyaron, no pierdo feminidad. Yo siento que estoy igual que siempre, es como practicar cualquier otro deporte”, asegura sin titubear, como arriba del ring.
Macarena este año dejó el colegio, aunque piensa retomar próximamente cursando de noche. Está convencida de que este será su medio de vida y no algo pasajero. “No es un hobby para mí, quiero llegar y pienso en el futuro dentro del boxeo. Para ser profesional tenés que sumar más de veinte peleas y 20 años de edad. Yo cumplo 18 recién el 6 de marzo, así que todavía me falta”.
Como todo deportista tiene sus referentes, a quienes admira y trata de imitar. “La Tigresa” Marcela Acuña y Jésica Bo son sus preferidas entre las mujeres, así como entre los hombres lo son “El Chino” Maidana y Carlos Monzón, de quien comenta: “Varios me dijeron que tengo un estilo parecido al de él, mi mejor golpe es el derechazo y me gusta contragolpear”.
La agenda de Macarena marca que el sábado 10 de diciembre tendrá su primera vez en la Federación Argentina de Box. “Nunca peleé ahí y tenía ganas de hacerlo, voy a enfrentar a una chica mendocina. Después paramos por las fiestas hasta el 3 de enero y veremos qué sale”.
Guapa y segura, Macarena Ledesma busca ser una figura del boxeo y no piensa tirar la toalla. Segundos afuera, primer round…
“Le tienen miedo”
Guillermo Barrios, uno de sus entrenadores, afirma que “Macarena tiene mucho futuro, es muy profesional. Es corajuda, a veces rebosa de coraje y va muy para adelante, hay cositas que hay que pulirle. Es una Monzón mujer, trabaja el largo y tiene una buena pegada. Las demás chicas cuando sienten el derechazo de ella se echan para atrás urgente. No tiene con quién pelear, porque le tienen miedo. Es una chica que va a andar bien, van a ver”, le dijo a DIA 32.
