Dueña de una vitalidad asombrosa, a los 88 años sale a bailar todos los fines de semana, “llueva o truene”. Dice que esa es su única medicación. La anécdota de cómo su nieta la hizo viral en el último carnaval.
Sofía Moras
Continuando con el legado de su padre, Ana María Prado forjó un proyecto propio. De merengue italiano, maicena o chocolate con nueces, sus alfajores son la tentación de muchos y el sustento de esta emprendedora.
Nació, creció y se formó en Maquinista Savio. Se consagró campeón solista en Cosquín y ahora está en Japón con una compañía argentina que enloqueció al público en America’s Got Talent. “Disfruto el folklore de punta a punta”, afirma.
Naturaleza, espiritualidad y belleza arquitectónica se combinan en las 14 hectáreas de un complejo casi oculto en la calle Mendoza. La historia de su fundador, el espíritu original y un presente multifacético.